A la hora de pensar en la decoración de las habitaciones de una casa, hay un elemento que siempre suele estar presente, pero que pocas veces sabemos cómo elegir: el cabecero de la cama. En todo dormitorio de diseño o de hotel podemos encontrar esta pieza. Muchas veces, las personas no saben que la necesitan hasta que la han probado y ya no pueden ni quieren volver atrás. Por eso, a continuación, vamos a hablar del cabecero de la cama y cómo elegir el más adecuado para cada caso en particular.
La funcionalidad del cabecero
Un error que se suele cometer a la hora de buscar un cabecero de cama es el de guiarse solamente por su estética. Si bien esto es importante porque va a determinar la totalidad del aspecto de la habitación, también es fundamental pensar en su funcionalidad. No olvidemos que el cabecero tiene, en definición, fines prácticos. Es el encargado de proteger del frío de la pared, a la vez que la protege de la suciedad causada por el apoyo o por el roce de las almohadas. El cabecero aísla, también, de los ruidos entre habitaciones. Por eso, la funcionalidad es un criterio importante que se debe tener en cuenta a la hora de elegir uno.
El material
Cuando llegamos a buscar un cabecero, podemos sorprendernos de la diversidad de materiales en que estos se presentan. Tengamos en cuenta que el material va a determinar tanto el estilo del dormitorio como la funcionalidad del cabecero. Una de las opciones más buscadas tiene que ver con la madera natural, que permite dar un aspecto cálido a la habitación. También se puede buscar madera teñida en diversos tonos para combinar con la decoración del espacio. Una opción muy buscada tiene que ver con los cabeceros tapizados en fibras naturales, como pueden ser el lino o el algodón, no solamente por ser higiénicos, sino también porque son frescos y se pueden encontrar en diversos tinos. En los casos en que se busca habitaciones más lujosas, se tiende a apostar a los tapizados de terciopelo o de piel.
Siguiendo lo dicho anteriormente, a la hora de elegir un cabecero tapizado, se recomienda acudir a esas telas que soportan bien el roce. En este sentido, como decíamos, tanto el lino como el algodón son los más buscados. Si se incorpora fibra sintética, esto puede hacer que sean cabeceros más resistentes. Pero, además, los cabeceros tapizados en tela son muy cómodos y suelen ser mullidos. Por eso, es ideal para quienes gustan de leer o mirar una película en la cama, pudiendo apoyarse cómodamente o apoyar almohadas, sin miedo a que el cabecero se dañe o se manche.
Funciones extra
Finalmente, hoy en día, es tal la variedad de cabeceros que se pueden encontrar en el mercado, que podemos también hallar cabeceros con funciones extra. Desde cabeceros con estantes para almacenamiento y puertas hasta otros que incorporan mesas de luz, las posibilidades son realmente muy amplias. Por eso, te recomendamos que busques las opciones que más se adapten a tus necesidades y también a tu comodidad y la diseño de tu dormitorio, para que puedas tener los mejores momentos y los mejores descansos.