Cuando se es un niño, la siesta es una de las cosas más importantes de la vida diaria. Es la que permite mantener horas de juego y de estudio cuando se está en la escuela manteniendo el buen humor. Por eso, es importante generar las condiciones adecuadas para que la siesta se desarrolle de la mejor y más cómoda manera. Teniendo esto en mente, a continuación, vamos a ver cómo hacer las mejores mantas para la siesta de los chicos.

¿Qué materiales necesitamos?

Los materiales que utilicemos van a cambiar en función del tipo de manta que queramos hacer. No obstante, en general, vamos a necesitar lo siguiente:

• tela gruesa y resistente para la parte externa: aproximadamente un metro y medio, puede ser lona o gabardina
• tela suave y delicada para la parte interna: un metro y medio, preferentemente algodón 
• relleno 
• alfileres, hilo para coser y aguja
• tijera

Aclaración: algunas buenas telas pueden ser la gabardina, el provenzal y el pique. La gabardina es lisa al tacto, es semi-gruesa y muy fácil de lavar, como así también resistente, se la puede conseguir lisa o estampada. Por su parte, el provenzal es rugoso, semi-rústico y resistente, también puede ser útil para la parte externa de la manta. finalmente, el pique es liso al tacto, grueso, acolchado y abrigado, por lo que es ideal para una manta de siesta para invierno.

Procedimiento 

Preparar la tela interior

Lo primero que vamos a hacer es ir preparando la tela. Para eso, vamos a comenzar con la que utilizaremos en el interior de la manta, que, para que esta sea cómoda para los chicos, debe ser la más delicada y suave. La vamos a colocar de lado derecho y a cortar un rectángulo de aproximadamente 1,30 metros de alto y 1,40 metros de ancho. Luego, en la esquina izquierda, vamos a recortar un rectángulo de 25 centímetros de alto y 65 centímetros de ancho.

Preparar la tela exterior 

En lo que refiere a la tela que se usará para el exterior de la manta, que será la más gruesa, se la va a ubicar del lado del revés, cortando exactamente con la misma forma que en el caso anterior. Luego, se va a hacer una marca vertical a la mitad del ancho de los dos rectángulos. Esto tiene por objetivo generar las condiciones para que la manta luego se pueda plegar al momento de tapar a los chicos. 

Relleno

Como decíamos más arriba, el pique es de por sí una tela acolchada, por lo que se puede utilizar directamente sin necesidad de relleno. En caso de que no se use esta tela, se tiene que colocar un corte de guata de 1,50 metros de largo por 70 centímetros de ancho, que va a ser el relleno de la manta. Una vez hecho el corte, se reserva para ser utilizado después.

Unión 

Para unir las telas, vamos a usar alfileres para enganchar los dos rectángulos cortados, de modo de que el lado derecho de las dos telas quede enfrentado hacia adentro. Así, tiene que quedar en el exterior el revés de cada una de las telas. Se van a coser las dos piezas alrededor por el borde, con un margen de 1 centímetro. Lo que se va a dejar sin coser es la parte superior, ya que es por donde se va a colocar posteriormente el relleno. Luego, se cortan las esquinas de los márgenes de costura, a 45° del borde, para poder dar vuelta la manta hacia el lado derecho y lograr que los bordes queden prolijos y rectos.

Dar vuelta

Se debe dar vuelta la pieza cosida mediante la parte superior que se ha dejado sin coser. Lo que se busca es que el lado derecho de las telas pueda quedar hacia afuera. Cuando la manta esté de esta manera, se cose la mitad izquierda más corta para poder delimitar la parte que queda de apoyo en el piso y la parte que queda luego para cubrir. En caso de que se aplique relleno, es ahora cuando se va a ubicar en la mitad derecha más larga de los rectángulos que se ha dejado abierto para ese fin con anterioridad. 

Cierre 

Finalmente, se dobla sobre sí mismo hacia adentro el excedente del relleno y se cose la parte superior. Así se va a terminar cerrando la manta para dejar la almohada marcada. Lo que se puede hacer para obtener buenos resultados en este punto es hacer una costura por la mitad de la almohada, para lograr que el relleno no se esté moviendo y quede fijo.